Algo que me ata y 150 metros de soga
Algo que me ata y 150 metros de soga
La idea de «conectar» es el origen de esta primera colaboración entre la Embajada del Reino de Noruega y el Estudio Figueroa-Vives: conectar dos espacios físicos y dos intenciones. Discutir ideas e intereses comunes y de paso romper algunos mitos que aquejan a algunos sobre ciertas semejanzas en el arte cubano. La convocatoria puso a dialogar a Fernando Rodríguez y Humberto Díaz con obras creadas con casi veinte años de diferencia y que utilizaban coincidentemente el recurso físico de la soga como hilo conductor de sus historias.
Los artistas dejaron atados literalmente, y por tres meses, ambos edificios, conectados a través de ventanas y jardines. Todo ello como una declaración de intenciones de todas las partes implicadas.
Cuba Información, Cuba / 27 de febrero, 2015
Estudio (o casa) Figueroa-Vives: tanto arte no es casualidad
por Lianet Hernández
La visibilidad que ocupa hoy en el mainstream habanero pudiera ser un detalle engañoso para el Estudio Figueroa-Vives y su historia precedente. Una historia que sirve también para develar buena parte del avance estético de las artes visuales cubanas, sobre todo a partir de la asombrosa y no menos paradigmática década de 1980…