En mayo de 2014 John Petter Opdhal, Embajador de Noruega en Cuba, se acercó al Estudio Figueroa-Vives para proponer un proyecto de colaboración. Deseaba que la nueva sede de su embajada en El Vedado, edificio ubicado junto a la casa / estudio de los Figueroa-Vives, se aliara y funcionara como un espacio cultural vecino, no solo por la cercanía física sino sobre todo por la afinidad intelectual.

El Estudio creó así un perfil expositivo, con artistas de primera línea, enfocado en propuestas novedosas de diálogo intergeneracional que polemizaran sobre temas de interés socioartísticos “algunos poco tratados en nuestro medio” y de esta manera inclinar la balanza hacia una visualidad lo más actual e inclusiva posible. Se contó para ello con una probada capacidad de convocatoria de ambas partes.

Desde el principio fue tomada la decisión de que cada evento funcionara, simultáneamente, en dos niveles de conexión: el físico, dada la proximidad entre ambas sedes; y el temático, identificando aquellos asuntos que tanto para el Estudio como para los artistas invitados fuesen dianas para el análisis y la investigación en el terreno del arte y la sociedad cubana hoy.

El concepto de colaboración, también entendido como el acto de compartir ideas y resultados, ha sido el sustrato de todos los proyectos nacidos en el Estudio o promovidos por él; es por eso que el proyecto conjunto con la Embajada de Noruega fue, desde el inicio, natural, fluido, transparente; y dicho sea de paso, muy exitoso.