Los objetos nos hacen suponer que se trata de una habitación de la década del setenta del s.XX, en algún lugar no definido. Los libros y fotografías podrían indicar la filiación marxistaleninista del personaje, pero también puede ser su contrario. Hay también algunos indicios de técnicas de espionaje. No queda clara la escena pero sin dudas se trata de una semblanza y a la vez una narrativa alrededor de un Agente X de inteligencia, devoto de una u otra ideología. Igual que en anteriores instalaciones de la artista, el espectador está invitado a ser parte de la experiencia, en este caso toda la documentación expuesta está a la mano del visitante y manipularla podrá darle nuevas pistas acerca de la posible identidad del protagonista.
Exhibida como parte de la instalación Caballo de Troya en la exposición Obsesiones y acumulaciones: el gabinete del artista. Estudio Figueroa-Vives / Embajada de Noruega. XIII Bienal de La Habana, mayo, 2019.