Exhibición antológica dividida en cuatro secciones temáticas que recorren cronológicamente los diferentes momentos de la carrera fotográfica de José A. Figueroa (La Habana, 1946), desde la década del sesenta hasta el presente. Estos cuatro segmentos se corresponden, a su vez, con momentos fundamentales de la vida del país de los cuales el fotógrafo ha sido un agudo observador y cronista.

Un primer momento muestra sus comienzos en los Studios Korda (1964-1968) en los que desarrolló, en paralelo, una obra personal que hoy se considera registro imprescindible para entender un segmento soslayado por la fotografía oficial acerca de la juventud cubana de los sesenta, así como el fenómeno de la emigración, agrupada por el artista bajo el título Exilio. Se incluye en esta sección su trabajo como reportero gráfico de la revista Cuba Internacional, entre los años 1968 y 1976, realizado a lo largo de todo el país.

Una segunda sección muestra su faceta como corresponsal de guerra en Angola (1982-1983); su testimonio de la caída del campo socialista europeo con la serie Und Jetzt? (1990); y los duros años subsiguientes conocidos en Cuba como Período Especial (1991-2000), que denominó paradójicamente Proyecto Habana. Una tercera parada rastrea en la obra de Figueroa las imágenes que reflejan la manipulación de iconos nacionales como son la bandera cubana, el Apostol José Martí y el líder guerrillero Ernesto Che Guevara.

Una cuarta y última sección incluye varios proyectos que se relacionan con la urgente necesidad de revisar el pasado intentando encontrar respuestas que nos ayuden a aliviar las incertidumbres futuras. Tal es el caso de sus series New York, Septiembre 11 (2001), Figueroa en Figueroa (2001-2002) y el más reciente trabajo que registra las relaciones Cuba-Estados Unidos a través de los medios de comunicación y la cultura popular en la isla.

La obra de Figueroa va más allá del objetivo documental primigenio para sugerirnos un estado de ánimo, un sentimiento compartido, un fragmento de la Historia -personal o colectiva- contados desde su experiencia vital. Puede decirse que su obra ininterrumpida por más de cincuenta años permite trazar un mapa político, social y cultural de estos años, sin temor a grandes ausencias.