Korda: Belleza y Revolución es el resultado de una pesquisa, hoy acrecentada, donde una y otra vez nos peguntamos: ¿Cómo era realmente su estudio de La Habana donde hizo las fotos de moda y publicidad entre 1954 y 1968? ¿Cómo era el líder de la Revolución que fotografió en la intimidad y que nunca imprimió o expuso? ¿Dónde estaba el “pueblo” que apoyó a la Revolución y que muy pocas veces incluyó en su selección de imágenes para libros o exposiciones? ¿Hubo otras modelos, más allá de Norka? ¿Dónde las encontró cuando la moda y la publicidad se acabaron en la Cuba socialista casi desde el inicio de los años sesenta? ¿Fue el mar un tema recurrente en su obra, o fue el refugio encontrado luego de la confiscación de su estudio en 1968 y el cese de sus funciones como fotógrafo acompañante de líder de la Revolución cubana?

 Y ¿Qué nos dicen sus imágenes hoy, cuando ya los líderes históricos van desapareciendo y la sociedad utópica que pretendieron construir se diluye?

Esta exposición recorre esa historia, trata de dar respuesta a esas preguntas y saca a la luz, en cada nueva sede, fotogramas inéditos y materiales de época que vistos con óptica contemporánea ponen en evidencia que Alberto Korda se nutrió de lo mejor de la fotografía de su época, le adicionó la peculiaridad de su contexto cultural y asumió con ética y alto valor estético el tiempo histórico que le tocó vivir. La exposición muestra a un artista en extremo versátil y no solamente como el “ilustrador” de una historia política, por interesante y mediática que esta fuera. Su obra va de la publicidad comercial (de la que fue pionero en Cuba) a la política; del retrato de la farándula al del líder; de la vida nocturna de la ciudad a la marcha militar o a la concentración popular; de la sensualidad del desnudo femenino a la observación científica de los mares de Cuba. Y lo hizo sin menoscabo de géneros o de sujetos, moviéndose con naturalidad y honestidad entre la belleza y la Revolución.